Cáncer de huesos: qué es y cómo combatirlo

Cáncer de huesos: qué es y cómo combatirlo

Cáncer de huesos: qué es y cómo combatirlo

Enfrentarse a un diagnóstico de cáncer, sea cual sea, es trascendental y nos lleva a tomar decisiones importantes tanto para el paciente como su círculo de apoyo. El cáncer de huesos es  más común en los niños y jóvenes pero también puede darse en adultos.

Sigue leyendo y conoce todo acerca del cáncer de huesos: qué es, síntomas, diagnóstico, tratamientos y terapias alternativas.  

¿Qué es el cáncer de huesos?

Cuando hablamos de cáncer de huesos o hueso es el que se origina en los huesos de cualquier parte del cuerpo y empieza a destruir el tejido óseo. Usualmente, se presenta en los huesos grandes de los brazos y las piernas, o en la pelvis.

El cáncer que se origina en los huesos (cáncer primario) no es un tipo de cáncer muy común; de hecho, la mayoría de tumores óseos son benignos. Lo que sí sucede con más frecuencia es que un cáncer que se origina en otra parte de cuerpo haga metástasis en los huesos (tumor óseo secundario), pero este no es, en sí, cáncer de huesos.

Existen tres tipos de cáncer de huesos, que se llaman de formas distintas dependiendo del tejido en el que se origina:

    • Osteosarcoma: inicia en el tejido nuevo de huesos en crecimiento (por eso es común en niños)
    • Condrosarcoma: tiene origen en el cartílago, que es el tejido que protege las articulaciones
  • Sarcoma de Ewing: se origina en la médula ósea o en el tejido nervioso inmaduro

Síntomas

Si aún no ha sido diagnosticado pero tienes la sospecha de que algo no está bien contigo o alguien cercano, es importante identificar los síntomas tan pronto se presenten. Estos son  los síntomas más frecuentes del cáncer de hueso:

    • Dolor: en el hueso afectado (al principio no es constante, pero empeora con el tiempo).
    • Inflamación: se puede sentir en el área del dolor.
    • Bultos o masas
    • Debilidad en los huesos que puede provocar fracturas
    • Fatiga
    • Pérdida de peso involuntaria
    • Fiebre
  • Pérdida de movilidad

Si tú o alguien cercano está experimentando uno o varios de estos síntomas es necesario que acudan cuanto antes al médico para que realicen una evaluación completa que lleve a un diagnóstico acertado y oportuno.

Causas

Como otros tipos de cáncer determinar las causas específicas del cáncer de huesos es bastante difícil. Lo que si se tiene identificado son algunos factores de riesgo que aumentan las posibilidades de padecer este tipo de cáncer.

Factores de riesgo 

Algunos de los factores que aumentan el riesgo de padecer de cáncer óseo son:

    • Trastornos genético: unos cuantos cánceres de huesos muestran ser heredados y causados por alteraciones genéticas, como es el caso del osteosarcoma o el retinoblastoma, este último aunque no se trata de un cáncer óseo puede aumentar las posibilidad de padecer tumores en la cuenca ocular.
    • Condrosarcomas: es una afección que se hereda y produce tumores, inicia en el cartílago y luego se expande al tejido óseo. Pueden producir dolor, deformar o fracturar los huesos.
    • Radiación: estar expuesto a radiación ionizante, es decir la de mayor energía, puede aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer de huesos. Hablamos de una exposición constante y con dosis altas de radiación.
  • Enfermedad de Paget: esta condición hace que los huesos se desarrollen de manera anormal y se vuelvan más frágiles, es así como se fracturan con más facilidad. El 1 % de los pacientes de la enfermedad de Paget presentan presenta cáncer de hueso (American Cancer Society)

Diagnóstico y exámenes 

Aunque no hay una forma exacta de prevenir el cáncer en los huesos sí existen muchas pruebas que pueden sugerir que una persona tiene cáncer de hueso, poder realizar un diagnóstico a tiempo y comenzar un tratamiento en una etapa inicial lo que aumenta las probabilidades de ganar la batalla al cáncer, algunas de estas son:

  • Exámen físico: el médico hace una exploración para detectar masas o bultos anormales que puedan provenir del hueso, si hay dolor tanto al palpar la masa o moverse. También pregunta por los antecedentes médicos personales y familiares.
  • Rayos X: las radiografías muestran los sitios en los que los huesos muestran anomalías como orificios, malformaciones o decoloraciones.
  • Tomografías computarizadas (TC): es un examen má avanzado que permite determinar la etapa en la cual se encuentra el cáncer de huesos y si se ha expandido a otros órganos y tejidos como los pulmones o el hígado.
  • Resonancias magnéticas (RM): permiten delinear el tumor en el hueso lo que da una referencia del alcance o contracción del mismo en el tratamiento.
  • Gammagrafía ósea con radionúclidos: tiene una mayor precisión que las radiografías ya que puede captar áreas más pequeñas de metástasis y mostrar la magnitud del daño del cáncer en el hueso.

Sin embargo, se debe confirmar el diagnóstico mediante una biopsia, que consiste en tomar muestras de tejido y analizarlas microscópicamente.  Existen dos tipos de biopsia:

    • Biopsia con aguja: usando una jeringa se extrae el líquido y algunas células del tumor para analizarlo y determinar si se trata de cáncer o no.
  • Biopsia quirúrgica de hueso: se hace una incisión a través de la piel hasta llegar al tumor y se saca una muestra de tejido.

Tratamientos

El tratamiento en el cáncer de huesos depende de muchos factores, como el tamaño, su ubicación, el grado de desarrollo y el estado físico general del paciente. El tratamiento para tipo de cáncer puede incluir:

Cirugía

Consiste en la extirpación quirúrgica de la totalidad de las células cancerosas. Usualmente se extirpa un poco del tejido normal que rodea al tumor para asegurar que se elimine la totalidad del cáncer.

En ocasiones, es necesario extirpar toda una extremidad para eliminar todo el cáncer (amputación), sin embargo, la mayoría de veces es posible extirpar por completo el tumor maligno sin necesidad de amputación, esto se denomina cirugía de conservación de la extremidad o cirugía de preservación de la extremidad.

Criocirugía

En ocasiones, en vez de la cirugía, se utiliza la criocirugía como tratamiento para el cáncer de los huesos. Consiste en la aplicación de nitrógeno líquido, para congelar y destruir el tejido anormal o células cancerosas.

Más que una cirugía este tratamiento es un procedimiento que también recibe el nombre de crioterapia o crioablación. Este tratamiento puede ser una opción viable si el cáncer ha regresado después de la radioterapia.

Radioterapia

La radioterapia puede utilizarse como tratamiento antes de la cirugía o en combinación con la quimioterapia. Consiste en el uso de rayos X de alta energía o partículas para eliminar las células cancerosas. Se trata de radiación que se aplica fuera del cuerpo y se enfoca en el cáncer.

La mayoría de cánceres de huesos no se destruye fácilmente con radiación, por lo cual no se suele emplear como tratamiento principal. Dentro de los más importantes efectos secundarios de este tratamiento está el impacto que tiene las altas dosis de radiación sobre los tejidos sanos.

Quimioterapia

Se trata de la administración de medicamento vía oral o intravenosa creados para eliminar las células cancerosas que pudieran quedar tras la cirugía o radioterapia. Se utiliza para el tratamiento del sarcoma de Ewing (un tumor óseo maligno más común en la infancia y juventud) y el osteosarcoma (cáncer que generalmente da en los huesos largos).

Los medicamentos o fármacos “anticancerosos” o “antineoplásicos” que se usan habitualmente en este tipo de terapias son:

    • Doxorrubicina (Adriamycin®)
    • Cisplatino
    • Etopósido (VP-16)
    • Ifosfamida (Ifex®)
    • Ciclofosfamida (Cytoxan®)
    • Metotrexato
  • Vincristina (Oncovin®)

Estos son solo los más empleados ya que en la actualidad existen más de 100 medicamente que se usan en esta terapia. La quimioterapia suele causar uno o varios efectos secundarios tales como Náuseas y vómitos, pérdida del apetito, caída de pelo, úlceras en la boca, entre otros.

Terapia dirigida

Gracias a los avances en las investigaciones contra el cáncer se han logrado crear un tipo de medicamento que puede enfocarse en los cambios moleculares y genéticos causantes del cáncer. Esto hace que no se dañe las células sanas del cuerpo.

Esta es una terapia diferente a la quimioterapia que también usa medicamentos, también recibe otros nombres como “fármacos dirigidos molecularmente”, “terapia dirigida molecularmente” o “medicinas de precisión”. Los medicamentos que se usan habitualmente en este tipo de terapias son:

    • Imatinib (Gleevec®)
    • denosumab (Xgeva®)
  • Interferón

Las investigaciones están arrojando resultados muy prometedores para medicamentos de terapia dirigida, incluso puede que lleguen a ser más eficaces en el tratamiento de este tipo de cánceres que la quimioterapia. Muchos investigadores están evaluando cómo estos medicamentos podrían utilizarse para tratar los cánceres de hueso primarios.

Tratamientos complementarios

Un enfoque más integral del tratamiento del cáncer, en este caso del cáncer de huesos, nos lleva a complementar las terapias convencionales y aliviar muchos de los síntomas que estos tratamientos médicos pueden generar.

Muchos de estos tratamientos traen beneficios como:

  • Potencia en el sistema inmunológico
  • Regulación de los ciclos de sueño
  • Propiedades desinflamatorias
  • Alivio del dolor

Dieta saludable

Adopta una dieta balanceada, come al menos 2 ½ tazas de frutas, verduras y vegetales al día, así como varias porciones de alimentos integrales de origen vegetal tales como panes, cereales, granos, arroz, pastas o frijoles.

Elimina el consumo de carnes rojas y procesadas (embutidos). Entre más fresca y colorida es la alimentación mucho mejor. Un batido que puede ser muy beneficioso para paciente de cáncer de huesos es:

    • 1 taza de leche de almendras
    • 1 cucharadita de aceite de oliva +
    • zumo de 1-2 limones
  • 1 pieza de fruta

Los alimentos con propiedades antioxidantes y anticancerígenos son la mejor elección, tales como:

  • Frutas
  • Verduras
  • Aceite de oliva
  • En definitiva, la dieta mediterránea, son la mejor elección.

También:

  • El aguacate
  • El germen de trigo
  • Los champiñones, por su aporte en vitamina D

A su vez, por su contenido de calcio, podrías fortalecer tus huesos con:

  • Ajonjolí
  • Almendras
  • Berros
  • Hojas de col
  • Espinaca

Ejercicio 

Practicar actividad física es recomendable para el bienestar general de tu organismo, pero es aún más importante cuando te enfrentas el cáncer. Ejercitarte ayudará a que la sangre fluya mucho mejor y tu metabolismo trabaje más eficientemente.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), mantenerse activos puede ayudar a los pacientes superar los efectos del cáncer y su tratamiento, tales como fatiga, subida de peso, depresión y ansiedad.

Medicina mente-cuerpo

Medita, reflexiona, piensa que tú eres quien mejor te conoce y quien más puede ayudar para curarte. Siente cada parte de tu cuerpo, aprende a entenderte; tal vez un poco de autoconocimiento te puede ayudar a entender qué pasa con tu cuerpo y cómo combatir la enfermedad de la mejor manera.

El yoga es excelente para generar esa conexión mente-cuerpo,especialmente el hatha yoga, que usa posturas del cuerpo y técnicas de respiración para aumentar la fortaleza, la flexibilidad y el bienestar.

Para pacientes con cáncer se recomienda esta disciplina porque puede ayudar a:

    • mejorar el funcionamiento físico
    • reducir la fatiga
    • reducir el estrés
    • mejorar el sueño
  • mejorar la calidad de vida

Cannabis 

Los cannabinoides, componentes principales de la planta Cannabis, tienen beneficios medicinales que ayudan a disminuir el malestar general. Estos  contribuyen a:

  • la mejoría de náuseas y vómitos
  • la estimulación del apetito
  • al alivio del dolor que algunos tratamientos de quimioterapia y radioterapia produce.

El CBD puede potenciar la muerte de las células tumorales, reduciendo su potencial de propagación y metástasis.

Un reciente descubrimiento, que todavía se encuentra en investigación, encontró que el CDB hace los huesos más fuertes durante la curación, mejora la maduración de la matriz de colágeno que proporciona la base para la nueva mineralización del tejido óseo.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Sabemos que un diagnóstico de cáncer puede representar todo un desafío emocional. No te preocupes, es importante que mantengas a tus amigos y familiares cerca. Además, que compartas tus pensamientos y sentimientos con las personas que más amas. Ser escuchado y estar acompañado te ayudará a sentirte más fuerte.

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