El abecé del cáncer de páncreas: lo que debes saber para combatirlo

El abecé del cáncer de páncreas: lo que debes saber para combatirlo

Conoce todo acerca del cáncer de páncreas: qué es, síntomas, diagnóstico, tratamientos y terapias alternativas. Explora y comprende a fondo esta patología.

Introducción

El páncreas se ubica por detrás del estómago y el colon y es un órgano que está muy cerca a otras estructuras abdominales importantes como el duodeno (la primera parte del intestino delgado), la vía biliar, el bazo, las arterias y venas intestinales, la aorta, etc. El páncreas se encarga de segregar enzimas que ayudan con la digestión (especialmente de las grasas) y hormonas que ayudan a controlar el azúcar en la sangre (insulina y glucagón).

El cáncer de páncreas se da cuando las células ubicadas en este órgano empiezan a crecer de forma descontrolada, ocasionando un tumor maligno. Es un cáncer muy delicado, ya que por la cercanía del páncreas a otros órganos, se suele propagar rápidamente.

Síntomas del cáncer de páncreas

Algunos de los síntomas del cáncer de páncreas son:

  • Aparición repentina de diabetes.
  • Ictericia (aumento de la bilirrubina que causa color amarillo en la piel, ojos y mucosas).
  • Dolor en la parte superior del abdomen, que se extiende a la espalda (dolor en banda).
  • Pérdida del apetito o pérdida de peso no intencional.
  • Náuseas y vómitos.
  • Agrandamiento de la vesícula biliar o del hígado.
  • Depresión.
  • Coágulos sanguíneos.
  • Fatiga.

Cuando el cáncer de páncreas se propaga, usualmente pasa primero al hígado. Esto puede ocasionar ictericia, acompañada de:

  • Orina oscura
  • Materia fecal pálida (blanca) o grasosa
  • Piquiña en la piel

Causas del cáncer de páncreas

Aunque no se puede determinar una causa exacta que desencadene el cáncer de páncreas, sí existen ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de padecerlo.

Factores de riesgo del cáncer de páncreas

  • Mutaciones genéticas hereditarias.
  • Mutaciones genéticas adquiridas (debido a exposición a químicos).
  • Consumo de tabaco: incrementa el riesgo en un 50%. Este riesgo se disminuye progresivamente tras dejar el consumo de tabaco, siendo nulo a los 10-15 años de haber abandonado el cigarrillo.
  • Sobrepeso y obesidad: por un mal metabolismo de las grasas, se pueden generar obstrucciones en los conductos pancreáticos, adicionalmente a mayor grasa corporal el páncreas deberá trabajar más por lo cual sus células se pueden ver alteradas.
  • Edad: casi todos los pacientes diagnosticados con cáncer de páncreas son mayores a 45 años. Especialmente concentrados entre los 60 y 80 años .
  • Sexo: los hombres son un poco más propensos a sufrir cáncer de páncreas.
  • Antecedentes familiares: cuando dos familiares de primer o segundo grado han sido diagnosticados o cuando un familiar ha sido diagnosticado antes de los 50 años
  • Pancreatitis crónica: al ser una inflamación de largo plazo condiciona al páncreas a cambiar su estructura, su probabilidad aumenta en pacientes fumadores.
  • Cirrosis.
  • Alimentación: alto consumo de carnes rojas y procesadas y bajo consumo de frutas y verduras.
  • Inactividad física, sedentarismo.
  • Consumo de alcohol.

Prevención del cáncer de páncreas

Los factores de riesgo no son iguales para nadie, y cada cuerpo está expuesto a experiencias y condiciones distintas, por lo cual no es posible prevenir la mayoría de los casos de cáncer de páncreas.

Sin embargo, sí hay algunas medidas que puedes tomar para reducir el riesgo de padecer cáncer de páncreas, como:

  • Dejar de fumar.
  • Mantener un peso saludable (realizando ejercicio diario y manteniendo una buena dieta).
  • Seguir  una dieta saludable. Consumir frutas y verduras coloridas (la OMS recomienda cinco porciones al día) con cereales integrales, en porciones pequeñas y con frecuencia.
  • Limitar el consumo de alcohol
  • Limitar la exposición a determinadas sustancias químicas en entornos laborales.

Si tienes antecedentes familiares o síntomas que te preocupen, consulta con un médico. Se pueden realizar pruebas para aclarar si estás en riesgo de padecer cáncer de páncreas u otros tipos de cáncer.

Diagnóstico y exámenes del cáncer de páncreas

Si presentas síntomas de cáncer de páncreas no dudes en ir al doctor. En primer lugar este te hará preguntas sobre antecedentes médicos y te realizará un examen físico general, que probablemente se centrará en examinar tu vientre. Además, revisará tu piel y la parte blanca de los ojos. Si, después de esta examinación el médico sospecha sobre la existencia de cáncer de páncreas, puede ordenar exámenes como:

  • Análisis de sangre: es probable que tu doctor realice un examen de sangre para detectar ciertas proteínas (CA 19.9) que se aumentan por la acción de las células cancerosas del páncreas. También se pueden determinar efectos obstructivos en los conductos del páncreas que harán sospechar la presencia de masas.
  • Estudios por imágenes: se realizan exámenes que crean imágenes de tus órganos internos y permiten visualizar si existe algún tumor o algo que sugiera que existe el cáncer. Entre estos exámenes se encuentran el ultrasonido, la tomografía computarizada, la resonancia magnética y las ecografías. Aquí te explicamos los estudios por imágenes más comunes:
    • Tomografía computarizada: (computed tomography, CT) es un estudio de radiografía que produce imágenes transversales detalladas del cuerpo. La CT ayuda a determinar la localización y el tamaño de la masa  y si compromete áreas cercanas.
    • Resonancia Nuclear Magnética: observa con más detalle los órganos, y se puede determinar el compromiso a distancia. Este examen, en vez de utilizar rayos X, usa ondas de radio e imanes potentes.
    • Ecografía: se emiten ondas de sonido y el eco de estas permite crear una imagen del interior, lo cual le muestra al especialista si existen obstrucciones de los conductos del páncreas. Revisa si el páncreas aumentó de tamaño o si presenta masas. Al ser un órgano retroperitoneal es difícil de revisar por ecografía.
  • Biopsia: en esta prueba se obtiene una pequeña muestra del tejido, es decir, células del área sospechosa y, posteriormente, esta muestra se observa a través un microscopio.

Si tu doctor confirma el diagnóstico de cáncer de páncreas, entrará a determinar exactamente en qué etapa se encuentra, para poder realizar el tratamiento adecuado.

Cada cáncer se puede clasificar en diversos estadios, dependiendo de si se encuentra localizado, si ha invadido estructuras cercanas o si se ha diseminado a otros órganos con metástasis a distancia.

El sistema de estadificación más común para el cáncer de páncreas es el sistema TNM el cual determina:

T: tamaño del tumor

N: propagación a nódulos linfáticos adyacentes

M: metástasis a sitios distantes

Cada uno de estos se valora en una escala de 0 a IV según el grado de afectación.

El estado TMN es fundamental para decidir cuál es el tratamiento ideal, dependiendo del caso.

Tipos de cáncer pancreático

El cáncer de páncreas incluye varios tipos:

El adenocarcinoma ductal es el tipo de cáncer de páncreas más frecuente, se presenta aproximadamente en el 75% de los casos.

Tumores sólidos no endocrinos

• Adenocarcinoma ductal.

• Carcinoma adenoescamoso.

• Carcinoma de células acinares.

• Carcinoma de células gigantes.

• Pancreatoblastoma.

Tumores quísticos no endocrinos

• Cistadenomcarcinoma seroso.

• Neoplasia quística mucinosa.

• Neoplasia intraductal papilar mucinosa.

• Neoplasia quística papilar.

• Cistadenocarcinoma de células acinares.

Tratamientos del cáncer de páncreas

El tratamiento depende del estadio del cáncer, pero también depende de otros factores como la edad, el estado de salud de la persona y los antecedentes. A continuación, te vamos a mostrar los tratamientos más comunes.

Cirugía del cáncer de páncreas

La cirugía es la extirpación del tumor y del tejido circundante. Existen dos tipos, principalmente: la cirugía potencialmente curativa y la cirugía paliativa.

  • Cirugías potencialmente curativas: se realizan cuando el cirujano considera que puede extraer el cáncer por completo, es decir, cuando el estadio del cáncer no está muy avanzado. Dentro de estas se encuentran:
    • Cirugía con la técnica de Whipple (pancreatoduodenectomía): se retira el páncreas, y una porción del duodeno.
    • Pancreatectomía distal (se retira solo la cola del páncreas).
    • Pancreatectomía total (se retira todo el páncreas).
  • Cirugías paliativas: se realizan cuando el cáncer se ha propagado demasiado y no es posible extraerlo completamente. El fin de estos procedimientos es aliviar o prevenir los síntomas.

Criterios por los cuales no se debe realizar cirugía para resecar el tumor

Los criterios por los que se considera que no se debe realizar cirugía para el cáncer de páncreas se dividen en absolutos y relativos:

  • Absolutos:
    • Metástasis a distancia (hepáticas, peritoneales, extraabdominales).
    • Invasión arterial del tronco celíaco, de la arteria hepática o de la arteria mesentérica superior
  • Relativos:
    • Invasión venosa de la vena porta o de la vena mesentérica superior
    • Invasión por contigüidad de órganos adyacentes (estómago, colon)

Quimioterapia para el cáncer de páncreas

Esta terapia consiste en el uso de fármacos que se distribuyen por el cuerpo a través del torrente sanguíneo con el objetivo de destruir las células cancerosas. El objetivo de la quimioterapia es eliminar las células cancerígenas a distancia y evitar su formación, pero al no ser específica, también puede alterar algunas células normales; generalmente, se usa después de la cirugía para destruir los restos que puedan quedar y se combina con la radioterapia.

Radioterapia para el cáncer de páncreas

Esta consiste en el uso de radiación de alta potencia para destruir las células cancerosas. La radioterapia se puede utilizar antes de la cirugía para disminuir el tamaño del tumor, o después, para destruir el tumor restante.

Terapia dirigida para el cáncer de páncreas

Este es un tipo de tratamiento para que el que se utilizan ciertos medicamentos que apuntan directamente a los genes, a las proteínas específicas de cáncer, o a las condiciones del tejido que contribuyen al crecimiento y la supervivencia del cáncer. La diferencia es que esta terapia se enfoca en las células cancerosas específicas, sin dañar las células normales.

Tratamientos de ablación para el cáncer de páncreas

A menudo se utilizan como complemento a otros tratamientos. La ablación se refiere a los tratamientos que destruyen los tumores con calor o frío extremo. Esta se realiza de tres maneras: ablación por radiofrecuencia, termoterapia por microondas y criocirugía (crioterapia o crioablación).

  • La ablación por radiofrecuencia (RFA) utiliza ondas radiales de alta energía, calentando el tumor y destruyendo las células cancerosas (se usa principalmente para tumores pequeños).
  • La termoterapia por microondas se parece a la RFA, solo que en vez de ondas radiales, se utilizan microondas que calientan y destruyen el tumor.
  • La criocirugía destruye el tumor mediante la congelación del mismo. A través de una sonda de metal delgada, se pasan gases muy fríos que congelan y destruyen las células cancerosas. Este se puede usar para tratar tumores más grandes y, usualmente, se realiza bajo anestesia general.

Tratamientos de embolización para el cáncer de páncreas  

Estos también se utilizan como tratamiento complementario. Consisten en la inyección de sustancias en una arteria que bloquean el flujo sanguíneo que se dirige a las células cancerosas, causando su muerte. Existen tres tipos: embolización arterial, quimioembolización y radioembolización.

  • La embolización arterial (también conocida como embolización transarterial o TAE) consiste en inyectar pequeñas partículas en la arteria que alimenta el tumor.
  • La quimioembolización (también conocida como quimioembolización transarterial o TACE) combina la embolización con la quimioterapia. Consiste en el uso de partículas muy pequeñas que suplen un medicamento de la quimioterapia. Se puede realizar a través del catéter utilizado para la quimioterapia, logrando tapar la arteria.
  • La radioembolización combina la embolización con la radioterapia. Se realiza inyectando microesferas radiactivas en la arteria, las cuales se alojan en los vasos sanguíneos cercanos al tumor y desde allí emiten pequeñas cantidades de radiación hacia el lugar en donde se encuentra el tumor.

Tratamientos complementarios para el cáncer de páncreas  

Estas son terapias que van de la mano de los tratamientos convencionales.

Inmunoterapia para el cáncer de páncreas  

Esta terapia consiste en el uso de medicinas que estimulan el propio sistema inmunitario del paciente, para que sea capaz de reconocer y destruir las células cancerosas de una manera eficaz.

La inmunoterapia se basa en el concepto de que las células inmunitarias o los anticuerpos que pueden reconocer y destruir las células del cáncer se pueden producir en el laboratorio y luego administrar a los pacientes para tratar el cáncer.

Cuando la inmunoterapia se usa en el tratamiento del cáncer, suele administrarse en combinación con quimioterapia u otros tratamientos para el cáncer. Se puede usar como terapia de mantenimiento.

Aunque se han dado grandes pasos hacia el entendimiento del papel del sistema inmune en el cáncer, aún es un método muy nuevo que se encuentra en estudios.

Hábitos para el cáncer de páncreas

Mantener unos hábitos saludables es indispensable para controlar cualquier enfermedad. Con un poco de voluntad y con mucha constancia podrás mejorar considerablemente tu bienestar general, y podrás combatir con más fuerza el cáncer de páncreas.

Evita el consumo de cigarrillo y alcohol, disminuye los tóxicos y la exposición a químicos.

Dieta para el cáncer de páncreas

Procura llevar una dieta balanceada, rica en frutas y vegetales y baja en sal. Te ayudará a sentirte mejor por dentro y por fuera.

Lleva, especialmente, dietas bajas en grasa, sin embutidos ni carnes rojas. Es fundamental consumir muchos alimentos con fibra, aumentar el consumo de frutas y verduras, y evitar el consumo de azúcares procesados.

Ejercicio para el cáncer de páncreas  

Practicar actividad física es recomendable para el bienestar general de tu organismo, pero es aún más importante cuando te enfrentas el cáncer. Ejercitarte ayudará a que la sangre fluya mucho mejor y tu metabolismo trabaje más eficientemente.

Medicina mente-cuerpo

Una alternativa, que no te cuesta nada y solo depende de ti, es la de dedicar tiempo para ti mismo. Piensa en ti, reflexiona, medita, piensa que tú eres quien más te conoce y quien más puede ayudar para curar cualquier patología. Siente cada parte de tu cuerpo, aprende a entenderte; tal vez un poco de autoconocimiento te puede ayudar a entender qué pasa con tu cuerpo y cómo combatir las enfermedades de la mejor manera.

Cannabis para el cáncer de páncreas

Los cannabinoides disminuyen el malestar general, ya que contribuyen a la mejoría de náuseas y vómitos, a la estimulación del apetito y al alivio del dolor que algunos tratamientos de quimioterapia y radioterapia produce.

Estudios han concluido que, gracias a la activación de algunos receptores cannabinoides, es posible que el sistema de defensa del cuerpo pueda detectar con mayor facilidad las células alteradas en el cuerpo y, por acción, natural las destruya

En conjunto con los tratamientos convencionales, puede potenciar la muerte de las células tumorales, reduciendo su potencial de propagación y metástasis.

¿Qué ocurre después del tratamiento?

Después del tratamiento se requiere un cuidadoso seguimiento médico, que consiste en consultas periódicas que pretenden:

  • Detectar una posible recidiva (cáncer que volvió).
  • Evaluar y tratar las complicaciones relacionadas con el tratamiento.
  • Ofrecer apoyo psicológico e información que ayude en el retorno a la vida normal.

Las visitas de seguimiento con el oncólogo deben incluir:

  • Anamnesis: síntomas que hayas presentado en los últimos meses, inquietudes.
  • Exploración radiológica: tomografía de abdomen cada 6 meses durante 2 años.
  • Análisis de sangre: Amilasa y CA 19.9 cada 3 meses durante 2 años.

Estrategias de afrontamiento y apoyo para el cáncer de páncreas

Si has sido diagnosticado con cáncer de páncreas, o conoces a alguien que ha sido diagnosticado, te presentamos algunas alternativas para afrontar esta noticia. Sabemos que un diagnóstico de cáncer puede representar todo un desafío emocional. Cada persona tiene una forma distinta de enfrentar esta situación, pero si aún estás descubriendo qué es lo que mejor te funciona, puedes probar alguna de estas opciones.

Conoce tu cáncer y a ti mismo

Entre más informado estés sobre el cáncer, más fácil será tomar decisiones relacionadas con el tratamiento. No sientas miedo ni pena de preguntarle a tu doctor, busca información en bibliotecas y sitios web confiables. Si quieres saber un poco más del cáncer puedes visitar nuestro artículo completo.

También es bueno que dediques tiempo para ti mismo. Piensa en ti, medita, siente cada parte de tu cuerpo, aprende a entenderte a ti, a lo que pasa por tu cabeza y a lo que pasa por tu cuerpo.

Rodéate de amigos y familiares

Contar con alguien que te acompaña, te entiende y te da su apoyo es muy importante, siempre. Si tienes una relación estrecha con alguien podrás lidiar con el cáncer sabiendo que estás respaldado y eso hace una gran diferencia. Tu bienestar empieza por cómo te sientes.

Busca alguien con quien hablar

Encuentra a una persona que esté dispuesta a escucharte y a hablar sobre tus esperanzas y tus temores. Si prefieres mantener tus relaciones personales en términos de amistad, puedes buscar hablar con un terapeuta, un médico o alguien de un grupo de apoyo. Es bueno expresar las dudas o los pensamientos (en general), ser escuchado y no guardar los miedos.

Existen normalmente varios grupos de apoyo de cáncer. Rodéate de personas con diagnósticos similares al tuyo, de esta manera podrán resolver dudas que resultan del día a día, como convivir con la enfermedad y algunos tips que les hayan servido a los demás para resolver algunas cosas que estás sintiendo.

¿Quieres saber un poco más sobre cáncer y cómo combatirlo? Aquí estamos para apoyarte y guiarte.