Todo sobre el cáncer de hígado

Todo sobre el cáncer de hígado

Conoce todo acerca del cáncer de hígado: qué es, síntomas, diagnóstico, tratamientos y terapias alternativas. Explora y comprende a fondo esta patología.

¿Qué es el cáncer de hígado?

hígado con tumor

El hígado es el órgano de mayor tamaño dentro del cuerpo. Es del tamaño de un balón de fútbol americano y se encuentra en la parte superior derecha del abdomen. Específicamente debajo del diafragma y detrás de la reja costal (cavidad que forman las costillas) al lado derecho del cuerpo.

Este órgano cumple funciones vitales como:

  • Descomponer y almacenar la mayoría de los nutrientes que absorbe el intestino.
  • Al recibir estos nutrientes los descompone (metaboliza) para convertirlos en materia prima aprovechable para el cuerpo.
  • Es encargado de producir la mayor cantidad de los factores de coagulación, por lo cual es fundamental para el control de sangrados.
  • Produce un líquido llamado bilis y lo distribuye hacia los intestinos para ayudar a absorber los nutrientes (especialmente grasas)
  • Descompone alcohol, medicamentos, y desechos tóxicos en la sangre, que luego salen del cuerpo a través de la orina y las heces fecales

El cáncer de hígado, o cáncer hepático, comienza cuando las células del hígado empiezan a crecer de forma descontrolada y forman un tumor, este se considerará tumor primario de hígado.

El tipo más frecuente es el carcinoma hepatocelular, que comienza en los hepatocitos (el tipo principal de células hepáticas). Otros cánceres de hígado son el colangiocarcinoma intrahepático y el hepatoblastoma, pero estos son mucho menos frecuentes.

El hígado se puede ver afectado por cáncer metastásico que viene de otros órganos y se propaga a este lugar, pero este no se considera cáncer primario (de origen). Una vez se descubre un cáncer en el hígado es necesario un estudio completo del cuerpo para descartar lesiones en otros órganos

Tipos de cáncer de hígado

Carcinoma hepatocelular (cáncer hepatocelular): es el tipo de cáncer en el hígado más frecuente. Se puede presentar como una masa aislada que crece poco a poco o como múltiples lesiones pequeñas en gran parte de este órgano.

Estas múltiples lesiones se desarrollan en un 85% en pacientes con enfermedad hepática crónica y cirrosis de cualquier causa, especialmente en personas con infección por los virus de la hepatitis B y C.

Colangiocarcinoma intrahepático (cáncer de conducto biliar): no se originan en las células del hígado como tal, sino en los conductos que transportan la bilis (líquido producido por el hígado que procesa la grasa) hacia la vesícula biliar. El colangiocarcinoma intrahepático se encuentra tanto por dentro como fuera del hígado.

Angiosarcoma y hemangiosarcoma: son tipos de cáncer poco comunes que se originan en las células que revisten los vasos sanguíneos del hígado.

Usualmente, se presentan por exposición a químicos cancerígenos como dióxido de torio (Thorotrast) o por una alteración genética conocida como hemocromatosis hereditaria. En alrededor de la mitad de todos los casos, no ha podido ser identificada una causa probable.

Hepatoblastoma: aunque es bastante raro puede presentarse en menores de 4 años. Estos tumores son más difíciles de tratar si se han propagado fuera del hígado. Tienen buena respuesta ante cirugía y quimioterapia.

El hepatoblastoma es el cáncer más frecuente que da en el hígado, por tal motivo, en lo siguiente de este artículo nos enfocaremos en las características que se pueden presentar si te lo han diagnosticado. Nos referiremos a este como cáncer de hígado.

Síntomas

síntomas del cáncer de hígado

Los síntomas no suelen ser muy claros y al no haber un síntoma que caracteriza a la enfermedad se diagnostica casi de manera incidental al tomar una ecografía abdominal. Debes tener especial seguimiento si te han diagnosticado previamente hígado graso.

Los síntomas de cáncer de hígado pueden ser:

  • Dolor abdominal, especialmente en el lado derecho
  • Pérdida de peso sin razón aparente
  • Pérdida del apetito
  • Sensación de llenura tras comer poco
  • Hinchazón o acumulación de líquido en el abdomen
  • Cansancio excesivo
  • Ictericia (color amarillento de la piel y ojos)
  • Mareos constantes
  • Náuseas y vómitos
  • Heces blancas
  • Sensación de masa debajo de la reja costal (cavidad de las costillas) en el lado derecho
  • Dolor en el abdomen o cerca del omóplato derecho
  • Aumento del tamaño de las venas del abdomen (se vuelven visibles bajo la piel)

Causas

Las causas del cáncer de hígado no son claras. Se sabe que este se produce cuando las células de hígado presentan mutaciones en el ADN, lo cual causa que las células se descontrolen y formen el tumor. Sin embargo, es muy complicado establecer exactamente por qué sucede esto.

En algunos casos el tumor hepático se debe a infecciones crónicas con determinados virus de hepatitis..

Factores de riesgo

El principal factor de riesgo en el cáncer de hígado es la cirrosis hepática. Por lo tanto, los demás factores se derivan de padecer esta enfermedad. A continuación te explicamos el principal y los secundarios:

  1. Cirrosis: es el daño en las células del hígado, esto afecta su función. Algunas causas son: un metabolismo deficiente de las grasas, usualmente en personas con sobrepeso u obesidad (hígado graso); alteración u obstrucción de las vías biliares generando daños en el hígado (cirrosis biliar primaria); y por enfermedades metabólicas hereditarias (hemocromatosis – acumulación excesiva de hierro)
  2. Infección crónica con hepatitis B o C: estas infecciones causan cirrosis del hígado. El riesgo es aún mayor si se consume bebidas alcohólicas en exceso. Es contagioso (compartir agujas contaminadas, relaciones sexuales sin protección o durante el nacimiento).

La infección se considera crónica cuando el virus de la hepatitis continúa en la sangre durante más de 6 meses y provoca una reducción del funcionamiento del hígado.

  1. Diabetes
  2. Uso de anabolizantes (aceleran el crecimiento de tejidos, los más famosos son los esteroides)
  3. Consumo excesivo de alcohol (más de 6 tragos de alcohol al día)
  4. Obesidad: acumulacion de placas grasas en los conductos hepáticos que no permiten el adecuado drenaje de las sustancias biliares lo que puede generar cirrosis.
  5. Exposición a aflatoxinas (venenos producidos por el moho de ciertos cultivos como maíz, soya, arroz y maní)
  6. Esquistosomiasis (enfermedad parasitaria)
  7. Consumo de tabaco

Prevención

El cáncer hepático se puede prevenir al:

  • Evitar y tratar a tiempo las infecciones por hepatitis
  • Limitar el consumo de alcohol y tabaco
  • Mantener un peso saludable
  • Limitar la exposición a químicos como aflatoxinas y arsénico
  • Visitar regularmente al médico, especial seguimiento por especialista si tienes diagnósticos de enfermedades previas ya nombradas
  • Vacunar para prevenir las infecciones de hepatitis crónica por VHB
  • Evitar compartir agujas
  • Tratar la hepatitis B y C

Diagnóstico y exámenes

examen cáncer de hígado

Para diagnosticar el cáncer de hígado, el médico realizará un análisis mediante los siguientes exámenes:

  • Exámen físico: especial atención al revisar el abdomen para detectar masas,  aumento en el tamaño del hígado, comprobar si hay líquido en el abdomen o si hay una coloración amarillenta de la piel y los ojos.
  • Análisis de antecedentes médicos y familiares
  • Análisis de sangre: se realiza una evaluación de la función del hígado (bilirrubinas, transaminasas, fosfatasa alcalina y otras). También, se solicita un alfa-fetoproteína, marcador tumoral específico para hígado. Un resultado negativo no descarta el cáncer y un resultado positivo no lo confirma por completo.
  • Pruebas de diagnóstico por imágenes:
  • Ecografía para detectar nódulos, si se encuentra un nódulo menor a 1cm se realiza observación periódica con ecografía cada 6 meses, si se trata de uno de entre 1 y 2 cm debe corroborarse con tomografía o resonancia nuclear con contraste.
  • Tomografía computarizada con contraste, marca y evidencia la consistencia de los nódulos y si hay vasos sanguíneos de alimentan el tumor.
  • Resonancia magnética con contraste, detalla de manera más específica los tejidos blandos cercanos y su posible compromiso.
  • Angiografía, por medio de un líquido de contraste aplicado por la vena se busca marcar los vasos sanguíneos y ver si se está alimentando el tumor o si existe alguna anormalidad en los vasos propios del hígado.
  • Gammagrafía ósea, se utiliza especialmente para buscar metástasis óseas.

Otras pruebas que también se usan para detectar una cáncer en el hígado son:

  • Biopsia, es la toma de una muestra por medio de una punción con una aguja fina del interior de los nódulos. La muestra se revisa en microscopio y la conclusión de este examen puede determinar el tipo de tumor.
  • Laparoscopia, por medio de tubos delgados se realiza una revisión de la cavidad abdominal para tomar muestras.

Estados del cáncer de hígado

Básicamente se ubica a quienes padecen esta enfermedad en 5 estados o categorías:

BCLC 0 (estado muy inicial): pacientes con tumores únicos de hasta 2 cm de diámetro máximo, con función hepática conservada (Child-Pugh A).

BCLC A (estado inicial): pacientes con tumores únicos o tumores múltiples hasta un máximo de 3 nódulos, que no sobrepasen los 3 cm, con función hepática conservada. Incluye pacientes que han tenido trasplante de hígado y tienen buena función hepática.

BCLC B (estado intermedio): pacientes con tumores grandes o que presentan más de 3 nódulos o que sobrepasen los 3 cm, con función hepática preservada.

BCLC C (estado avanzado): pacientes con función hepática relativamente preservada (Child-Pugh A-B), que sin estar en una situación terminal, presentan un perfil tumoral invasión a vasos sanguíneos, ganglios u otros órganos.

BCLC D (estado terminal): en este grupo se incluyen aquellos pacientes con función hepática muy deteriorada (Child-Pugh C) no candidatos a trasplante hepático, o con marcado deterioro del estado general.

Tratamientos convencionales para el cáncer de hígado

El tratamiento para el cáncer de hígado depende del estado en que se encuentre y de otros factores como edad y estado físico general.

La cirugia se realiza en pacientes con estados iniciales o muy iniciales, los cuales tienen buena respuesta a este manejo, en pacientes en estado intermedio se realizará quimioembolización transarterial, en estados avanzados con sorafenib y en pacientes terminales con manejo sintomático.

Manejo para pacientes estado BCLC 0 y A

  1. Cirugía

Depende del estado de la enfermedad, si solo se encuentra un tumor lo suficientemente grande para extraerlo se realiza la cirugía. En este procedimiento se retira toda el área afectada por el cáncer. Cuando se trata de múltiples nódulos cancerosos lo más recomendable es realizar trasplante de hígado retirando toda la pieza del hígado dañado.

En los casos en los que se encuentra cáncer de hígado con metástasis (cuando las células cancerosas se extienden a otros órganos), se utiliza radioterapia y quimioterapia después de la cirugía.

Si todo el hígado está afectado, se realiza una cirugía de trasplante de hígado.

  1. Trasplante de hígado

Se considera realizar un trasplante de hígado cuando exista presencia de un tumor único de menos de 5 cm o cuando son 2 o 3 tumores cada uno de menos de 3 cm. Habitualmente, los hígados donados proceden de pacientes recientemente fallecidos o que sufren “muerte cerebral”.

No se consideran para trasplante a los pacientes que sufren cirrosis hepática causada por el consumo de alcohol y que continúan bebiendo o los pacientes con un mal pronóstico debido a las características de su cáncer o a otras enfermedades simultáneas. Se realiza usualmente en personas con estado BCLC A.

  1. Ablación local

En este procedimiento se busca destruir las células cancerosas atacándolas con métodos físicos o químicos. La ablación local es efectiva destruyendo tumores pequeños pero  no previene el desarrollo de nuevos tumores.

  • Ablación por radiofrecuencia: usa ondas de radio de alta energía para destruir las células cancerosas. Se inserta un tubo similar a una aguja desde el abdomen hacia el tumor. Se calienta el tumor y en consecuencia destruye las células cancerosas y cierra los vasos sanguíneos pequeños.

Se usa en cánceres de hasta 5 nódulos menores de 5 cm. No se debe realizar en masas que se encuentren cerca al vaso sanguíneo por riesgo de sangrado.

  • Inyección percutánea de etanol:  usa etanol (alcohol concentrado) para inyectar el tumor y dañarlo, es menos efectiva que la ablación en tumores de más de 2 cm.

Manejo para pacientes estadio BCLC B

  1. Quimioembolización transarterial (TACE)

Se realiza la aplicación intravenosa de un fármaco directamente en la arteria que suministra sangre al hígado para impedir el desarrollo y la proliferación de las células cancerosas.

Por lo general, el medicamento que se inyecta es Gelfoam. Se trata de pequeñas bolas degradables para bloquear las pequeñas arterias que suministran sangre al tumor y eliminar de esa forma su provisión de nutrientes y oxígeno al tumor

Manejo para pacientes estado BCLC C

Tratamiento sistémico con sorafenib, un fármaco que se toma por vía oral y se denomina como una terapia dirigida que busca atacar de manera específica el tumor.

Radioterapia

La radioterapia utiliza radiación de alta potencia para destruir las células cancerosas. El procedimiento es parecido a la radiografía común, se puede realizar antes de una intervención quirúrgica para disminuir las masas o después para eliminar lesiones a distancia.

Quimioterapia

Consiste en la inyección de medicamentos que, a través del torrente sanguíneo, alcanzan todo el cuerpo y atacan las células cancerosas. Se puede usar antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor o después para eliminar cantidades pequeñas de células cancerosas.

Manejo para pacientes en estado BCLC D

Únicamente se realizará manejo para disminuir los síntomas que se presenten durante el desarrollo normal de la enfermedad, no se consideran candidatos para realización de intervenciones invasivas.

Tratamientos complementarios

Estas son terapias que van de la mano de los tratamientos convencionales:

Hábitos

Mantener unos hábitos saludables es indispensable para controlar cualquier enfermedad:

Dieta

Adopta una dieta balanceada, come al menos 2 ½ tazas de frutas, verduras y vegetales al día, así como varias porciones de alimentos integrales de origen vegetal tales como panes, cereales, granos, arroz, pastas o frijoles. Limita el consumo de carnes rojas y procesadas (embutidos).

No agregues aceites a la comida, elimina los fritos de la dieta. Después del tratamiento puede cambiar el sentido del gusto, no encontrar agrado a las comidas y tener náuseas de manera frecuente, sin embargo, aunque genere frustración existen alternativas de manejo que debes discutir con tu médico.

Ejercicio

Practicar actividad física es recomendable para el bienestar general de tu organismo, pero es aún más importante cuando te enfrentas el cáncer. Ejercitarte ayudará a que la sangre fluya mucho mejor y tu metabolismo trabaje más eficientemente.

Durante el tratamiento se puede perder la condición física, resistencia y fuerza muscular. Una rutina de ejercicio te hará sentir mejor física y emocionalmente.

Medicina mente-cuerpo

Medita, reflexiona, piensa que tú eres quien mejor te conoce y quien más puede ayudar para curarte. Siente cada parte de tu cuerpo, aprende a entenderte; tal vez un poco de autoconocimiento  puede ayudarte a entender qué pasa con tu cuerpo y cómo combatir las enfermedades de la mejor manera.

Cannabis

Los cannabinoides disminuyen el malestar general, ya que contribuyen a la mejoría de náuseas y vómitos, a la estimulación del apetito y al alivio del dolor que algunos tratamientos de quimioterapia y radioterapia produce. Puede potenciar la muerte de las células tumorales, reduciendo su potencial de propagación y metástasis.

En un estudio realizado en los cannabinoides CB65 (conecta con el receptor CB2) y ACEA (conecta con el receptor CB1) se encontraron como una opción para el tratamiento novedoso del cáncer de hígado ya que reducen la viabilidad celular y la invasión celular de las células cancerosas. A mayor concentración se encontró mejor eficacia.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

apoyo de personas

Sabemos que un diagnóstico de cáncer puede representar todo un desafío emocional. No te preocupes, es importante que mantengas a tus amigos y familiares cerca y que compartas tus pensamientos y sentimientos con las personas que más amas. Ser escuchado y estar acompañado te ayudará a sentirte más fuerte.

Busca en tu entorno grupos de apoyo de personas con diagnósticos similares al tuyo. Usualmente los puedes conocer durante los tratamientos, tener estos vínculos es muy importante para solucionar dudas, las alteraciones que pueden surgir y los tips para solucionar las cosas que van surgiendo en el camino.

¿Quieres saber un poco más sobre cáncer  y cómo combatirlo? En Livee estamos para apoyarte y guiarte.             

Fuentes

¿Qué es cáncer de hígado? [American Cancer Society, 2016]

Neoplasias hepáticas malignas: 1.a parte. Hepatocarcinoma: papel de la biopsia hepática, estudios de inmunohistoquímica y otros aspectos importantes [Rocío del Pilar López Panqueva, 2015]

Cáncer de hígado: una guía para pacientes [Fundación contra el cáncer y ESMO (European Society for Medical Oncology), 2014]

Factores de riesgo del cáncer de hígado [American Cancer Society, 2016]

Carcinoma hepatocelular [Carlos Rodríguez de Lope, Alejandro Forner, María Reig y Jordi Bruix]