6 terapias efectivas para el tratamiento de la leucemia
Ninguno de nosotros está preparado para recibir el diagnóstico de una enfermedad como la leucemia. El primer paso es investigar el tratamiento de la leucemia que más se adecua a tu caso.
Informarse, el primer paso para el tratamiento de la leucemia
La leucemia no se refiere solo a un tipo de cáncer, abarca varios tipos de este que afectan la médula ósea, lugar donde se forman las células sanguíneas. Este produce:
- Aumento incontrolable de la cantidad de glóbulos blancos
- Impedimento de producción de otros componentes de la sangre (glóbulos rojos, plaquetas y glóbulos blancos maduros (leucocitos) saludables
- Disminución en las células sanguíneas normales
Las células cancerosas se pueden propagar al torrente sanguíneo y a los ganglios linfáticos, viajando a otras partes del cuerpo como el cerebro, la médula espinal, etc. Existen dos tipos generales, la leucemia aguda (progresa rápidamente) y la crónica (progresa más lentamente).
Leucemia linfocítica aguda (LLA)
Es cuando se da un crecimiento rápido y abundante de un tipo de glóbulo blanco llamado linfoblasto. Los linfoblastos anormales crecen aceleradamente y reemplazan a las células normales en la médula ósea. Este tipo de leucemia afecta generalmente a niños de 3 a 7 años pero también puede presentarse en adultos.
Causas
La mayoría de las veces, no se puede encontrar una causa evidente para la LLA. Sin embargo, los siguientes factores pueden tener que ver en el desarrollo de la leucemia:
- Ciertos problemas cromosómicos
- Exposición a la radiación, incluso los rayos X antes de nacer
- Tratamiento pasado con fármacos quimioterapéuticos
- Recibir un trasplante de médula ósea
- Toxinas, como el benceno
Los siguientes factores son conocidos por aumentar el riesgo para padecer LLA:
- Síndrome de Down u otros trastornos genéticos
- Hermano o hermana con leucemia
Leucemia linfocítica crónica (LLC)
Este tipo de leucemia causa un incremento en un ciertos glóbulos blancos llamados linfocitos B, o células B. Las células cancerosas se propagan a través de la sangre y la médula ósea, y pueden afectar los nódulos linfáticos u otros órganos como el hígado o el bazo. La LLC eventualmente puede causar que la médula ósea pierda su función (producción de sangre).
Este tipo de leucemia generalmente afecta a los adultos mayores, especialmente los mayores de 60 años. Es más común en hombres que en mujeres. Si se tiene leucemia linfocítica crónica, la leucemia crónica más frecuente en adultos, es posible que no aparezcan síntomas incomodidad durante años.
Causas
La exposición al agente naranja (uno de los herbicidas utilizados por los agentes estadounidenses) durante la guerra de Vietnam se ha relacionado con un leve aumento del riesgo de enfermar de LLC.
Leucemia mieloide aguda (LMA)
Las personas con LMA tienen una gran cantidad de células inmaduras anormales dentro de su médula ósea, que se multiplican rápida y agresivamente, reemplazando a las células sanguíneas sanas. Como resultado, las personas con LMA se vuelven más propensas a infecciones y tienen un riesgo incrementado de sangrado a medida que las cantidades de células sanguíneas sanas disminuyen.
La LMA es uno de los tipos de leucemia más comunes entre los adultos (aunque afecta a niños también), Además, es más común en hombres que en mujeres. La leucemia mieloide aguda es el tipo más frecuente de leucemia aguda en adultos.
Leucemia mieloide crónica (LMC)
La LMC ocasiona un crecimiento incontrolable de células inmaduras y maduras que forman un cierto tipo de glóbulos blancos llamados células mieloides. Las células enfermas se acumulan en la médula ósea y en la sangre.
Este tipo de leucemia se presenta más comúnmente en adultos de mediana edad y en niños. Una persona que padece leucemia mielógena crónica tiene pocos síntomas o ninguno durante meses o años antes de ingresar a una fase en la que las células de la leucemia crecen más rápido.
Causa
La causa de la LMC está relacionada con una anomalía cromosómica llamada cromosoma Filadelfia. La exposición a la radiación puede aumentar el riesgo de desarrollar LMC.
Tratamiento de la leucemia
Para comenzar cualquier tipo de tratamiento tu médico tratante debe definir el tipo de leucemia que padeces. Los esquemas que se siguen para el tratamiento de esta patología varían dependiendo del tipo de leucemia. Estas son 6 terapias generales que han demostrado resultados efectivos para el tratamiento de la leucemia:
Quimioterapia
Mediante el uso de medicamentos específicos (vía oral o intravenosa) se busca destruir o controlar el crecimiento acelerado de las células cancerosas según el tipo de leucemia en todo el cuerpo.
Los medicamentos usados en la quimioterapia pueden afectar a algunas células normales en el cuerpo. Algunos efectos secundarios posibles son:
- Caída del cabello
- Úlceras en la boca
- Pérdida del apetito
- Náuseas y vómitos
- Diarrea o estreñimiento
- Aumento en el riesgo de infecciones (debido a que hay muy pocos glóbulos blancos normales)
- Formación fácil de moretones y sangrado (debido a que hay muy pocas plaquetas)
- Cansancio y dificultad para respirar (debido a que hay muy pocos glóbulos rojos)
Existen maneras de aminorar los efectos secundarios, por ejemplo, se pueden administrar medicamentos para ayudar a prevenir o reducir las náuseas y los vómitos, o se puede combinar con otros tratamientos como el CBD (más adelante te hablaremos de eso). Si se presentan efectos secundarios se debe consultar con el médico para que estos puedan ser tratados eficazmente.
Terapia biológica
La terapia biológica funciona mediante tratamientos que ayudan al sistema inmunitario a reconocer y atacar las células de leucemia. Se están empleando nuevas terapias biológicas, como el uso de diferentes anticuerpos monoclonales, como el alemtuzumab o el rituximab.
El rituximab, por ejemplo, es una proteína (anticuerpo monoclonal) que se une específicamente a una región de los linfocitos B. Estas son células que forman parte del sistema de defensa del organismo. En el linfoma se producen linfocitos B anómalos; el rituximab se une a estos linfocitos B y los destruye, constituyendo una alternativa para el tratamiento de la leucemia en los casos en los que no es eficaz el tratamiento de quimioterapia.
Terapia dirigida
La terapia dirigida usa medicamentos que atacan vulnerabilidades específicas de las células cancerosas. Por ejemplo, el medicamento imatinib (Gleevec) detiene la acción de una proteína de las células de leucemia de las personas con leucemia mielógena crónica. Esto puede ayudar a controlar la enfermedad.
Radioterapia
La radioterapia usa rayos X u otros haces de alta energía para dañar las células de leucemia y detener su crecimiento. Durante la radioterapia, el paciente se recuesta sobre una camilla mientras una máquina se mueve a su alrededor y dirige la radiación a puntos específicos del cuerpo.
La radiación se puede recibir en una zona específica del cuerpo donde haya una acumulación de células de leucemia, o se puede recibir en todo el cuerpo. La radioterapia puede utilizarse como preparación para un trasplante de células madre.
Trasplante de células madre
El trasplante de células madre es un procedimiento para reemplazar la médula ósea enferma por médula ósea sana. Antes de un trasplante de células madre, se reciben dosis altas de quimioterapia o de radioterapia para destruir la médula ósea enferma. Luego, se recibe una infusión de células madre formadoras de sangre que ayudan a reconstruir la médula ósea.
Las células madre pueden provenir de un donante o, en algunos casos, células madre propias del paciente. Un trasplante de células madre es muy similar a un trasplante de médula ósea.
Cannabis
Esta planta posee varios componentes llamados cannabinoides que tienen diferentes efectos sobre el cuerpo. Uno de los cannabinoides es el Cannabidiol (CBD), el cual puede ayudar con distintas patologías, desde epilepsia, hasta alzhéimer, párkinson y distintos tipos de cáncer.
Un mecanismo mediante el cual los cannabinoides pueden acabar con las células cancerígenas, es un proceso llamado apóptosis. Esta es una función natural del cuerpo humano en la cual el mismo organismo provoca una muerte celular programada, como parte del desarrollo natural.
El uso de cannabinoides ha probado gran actividad anticancerígena, pero su uso combinado con otras terapias (como los agentes de la quimioterapia) ha demostrado efectos aún más potentes contra las células cancerígenas de la leucemia. Es por esto que los compuestos activos dentro de la planta de cannabis desempeñarán un papel eficaz en el futuro del tratamiento del cáncer.
Todas estas terapias son alternativas que se pueden considerar. Recuerda que siempre se debe consultar con el médico primero, para discutir las opciones de tratamiento. Entre más información se tenga sobre la leucemia, las decisiones se tomarán de forma más confiada y acertada.