Cáncer de garganta: qué es y cómo tratarlo

Cáncer de garganta, ¿qué es y cómo tratarlo?

Cáncer de garganta: qué es y cómo tratarlo

El cáncer de garganta, también denominado cáncer orofaríngeo, hace parte de los tipos de cáncer denominados de cabeza y cuello.

Dependiendo del área de la garganta afectada, se conoce como cáncer de orofaringe, hipofaringe, nasofaringe y laringe o caja laríngea. ¿Has oído de alguno o se te hace un poco familiar?

Entonces, esta información es de tu utilidad si recientemente han diagnosticado a alguien de tu familia o estás a cargo de un paciente con cáncer de garganta.

Detallamos qué es, sus síntomas, cómo prevenirlo y qué terapias alternativas hay para ayudar con los síntomas. ¡Interesante!

¿Qué es el cáncer de garganta?

Cuando se habla de cáncer de garganta se refiere al crecimiento de tumores malignos en cualquier área que conforma este tubo muscular que inicia desde la parte de atrás de la nariz y termina en el cuello:

  • Orofaringe
  • Hipofaringe
  • Nasofaringe
  • Laringe

Los tumores malignos, a diferencia de los benignos, pueden extenderse a otros tejidos cercanos u otros órganos del cuerpo. Este tipo de cáncer suele iniciarse en las células planas que cubren el interior de la garganta.

Síntomas del cáncer de garganta

En algunos casos de la enfermedad, en la etapa inicial surgen signos y síntomas que pueden ser notorios. Algunos de estos son:

  • Tos
  • Cambios en la voz, como ronquera y dificultad para hablar con claridad
  • Dificultad para tragar
  • Dolor de oído
  • Un bulto o llaga en la garganta que no se cura
  • Dolor de garganta
  • Adelgazamiento

Causas del cáncer de garganta

La causa específica que produce la mutación genética en las células para desencadenar este tipo de cáncer aún no se conoce, sin embargo, sí se han estudiado factores de riesgo que pueden aumentar la posibilidad de su aparición:

Factores de riesgo en el cáncer de garganta

  • Consumo de tabaco y bebidas alcohólicas
  • Alimentación deficiente
  • Infección por el virus del papiloma humano (en muy raras ocasiones)
  • Predisposición genética
  • Exposición en el lugar de trabajo a sustancias tóxicas
  • Las personas mayores de 65 años en adelante son las que suelen presentar este tipo de cáncer
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico

¿Se puede prevenir el cáncer de garganta?

Es imposible prevenir con certeza el cáncer de garganta, pero sí es posible reducir los factores de riesgo que lo generan.

¡Pon mucha atención y comparte, siempre podemos salvar vidas!

Este año, un grupo de investigadores de México logró erradicar el VPH (mediante una terapia fotodinámica), lo cual es una gran noticia ya que este virus es un factor de riesgo para muchos tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de cérvix, cáncer vaginal, cáncer de garganta, entre otros.

¿Cómo diagnosticar y qué exámenes se practican para el cáncer de garganta?

Muchos cánceres de garganta se pueden detectar en sus etapas iniciales. Generalmente, los síntomas logran alertar la presencia de este cáncer en una etapa no tan avanzada. Si se sospecha cáncer, será necesario realizar pruebas para confirmar el diagnóstico. Estos son los procedimientos que el médico solicitará:

Antecedentes médicos y examen médico:

El médico preguntará sobre los síntomas, los posibles factores de riesgo y los antecedentes personales y familiares.

Laringoscopia directa (flexible):

Se inserta, por la boca o la nariz, un tubo delgado y flexible que tiene una fuente de luz (llamado laringoscopio de fibra óptica). Este permite observar la laringe y sus alrededores.Laringoscopia indirecta: se observa la garganta usando pequeños espejos especiales que se colocan en la boca. Es importante que el médico revise también la boca, la lengua y el cuello.

Panendoscopia:

Por medio de un laringoscopio rígido se buscan tumores en la laringe y la hipofaringe. Se observa también el esófago y la tráquea. Este procedimiento usualmente se realiza bajo anestesia general.

Biopsia:

Se extrae una muestra de tejido para ser examinada con un microscopio. Puede ser endoscópica (mediante instrumentos especiales con los que, a través de un endoscopio, se extraen pequeños fragmentos de tejido), o puede ser biopsia por aspiración con aguja fina (mediante una aguja se obtienen células de los ganglios linfáticos del cuello).

Tomografía computarizada (CT o CAT):

Se utilizan rayos x desde diferentes ángulos, los cuales permiten crear una imagen tridimensional del interior del cuerpo. Se puede obtener una vista detallada para saber si se presentan anomalías o tumores.

Resonancia magnética (MRI- magnetic resonance imaging):

En vez de rayos x, usa campos magnéticos para producir imágenes detalladas del cuerpo y su interior. Antes del examen se administra un tinte especial que permite obtener una imagen más clara del interior.

Estudio con ingesta de bario:

El paciente bebe un líquido llamado bario, el cual cubre las paredes de la garganta y el esófago. Mientras se bebe el líquido, se toma una serie de radiografías, lo cual permite identificar irregularidades en la garganta.

Radiografía de tórax:

Se examina el tórax para determinar si el cáncer se ha propagado a los pulmones..

Tomografía por emisión de positrones (PET positron emision tomography):

Consiste en la inyección de una sustancia azucarada radiactiva que es absorbida por las células que utilizan mucha energía (células cancerosas). Este estudio también se denomina PET-CT porque se combina con la exploración por tomografía computarizada, la cual permite generar las imágenes e identificar los lugares en los que se presenta esta actividad.

Tratamientos tradicionales para el cáncer de garganta

Hay varias opciones de tratamiento para las personas diagnosticadas con cáncer de garganta. Por lo general, la efectividad depende de la etapa en la que se ha detectado.

Hay que explorar con detalle cada una de las alternativas existentes, considerando los beneficios, los posibles riesgos y los efectos secundarios de cada una de las opciones de tratamiento.

Cirugía:

Dependiendo del tipo, la etapa y la localización del cáncer, así como de otros tejidos afectados, se pueden emplear diferentes operaciones para extirpar el cáncer y algunas veces otros tejidos cercanos a la garganta.

Cirugía endoscópica:

A través de un endoscopio (tubo largo y delgado con luz y una cámara en el extremo), no solo se pueden pasar instrumentos quirúrgicos que permiten realizar biopsias o remover capas superficiales del tejido, sino que también se pueden emplear láseres para vaporizar o extirpar tumores.

Cordectomía:

Es la extirpación de una parte o de la totalidad de las cuerdas vocales. Se utiliza para tratar cánceres localizados en la glotis, muy pequeños o superficiales. Si se extirpa una parte de la cuerda vocal, el paciente puede quedar ronco, y si se extirpan ambas cuerdas, el habla normal no será posible.

Laringectomía total o parcial:

Consiste en la extirpación de la totalidad o de una parte de la laringe. Si se extirpa la totalidad, la tráquea se tendrá que reposicionar para que, a través de un orificio en el cuello, el paciente pueda respirar (traqueotomía).

Faringectomía total o parcial:

Consiste en la extirpación de la totalidad o de una parte de la faringe. Usualmente, también se extirpa la laringe. Después de este procedimiento, es posible que se necesite una cirugía de reconstrucción para mejorar la capacidad para tragar.

Extirpación de los ganglios linfáticos:

Si el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos del cuello, es posible que se necesite extirparlos. Se realiza al mismo tiempo que la cirugía para quitar el tumor principal

Tiroidectomía:

Si el cáncer se ha propagado hasta la glándula tiroides, se extirpa una parte o la totalidad de esta. Para saber más sobre la tiroides o el cáncer que afecta esta glándula pulsa aquí.

Otras cirugías que podrían necesitarse: Cirugía reconstructiva ( colgajos miocutáneos o colgajos libres), traqueostomía, tubo de gastrostomía.

Radioterapia:

Utiliza rayos X, rayos gamma o partículas de alta energía para destruir las células cancerosas. Se puede utilizar como tratamiento principal (para cáncer de garganta en etapas iniciales) y para tratar pacientes que no pueden someterse a cirugía. También se puede utilizar como tratamiento complementario

después de la cirugía para eliminar cualquier residuo que pueda quedar de cáncer.

Braquiterapia:

La radioterapia interna, también conocida como braquiterapia, utiliza material radiactivo colocado directamente en el cáncer o en las cercanías. La braquiterapia se puede utilizar sola o junto con la radioterapia externa. Rara vez se utiliza para el tratamiento del cáncer de laringe y de hipofaringe.

Quimioterapia:

Usa medicamentos contra el cáncer que se inyectan en una vena o se administran oralmente. Estos medicamentos entran al torrente sanguíneo y llegan a todas las áreas del cuerpo, lo que hace que este tratamiento sea útil contra los cánceres que se han propagado.

Terapia dirigida:

Este es un tipo de tratamiento para que el que se utilizan ciertos medicamentos que funcionan de distinta manera que los de la quimioterapia convencional, ya que apuntan directamente a los genes, a las proteínas específicas de cáncer, o a las condiciones del tejido que contribuyen al crecimiento y la supervivencia del cáncer. Esta terapia se enfoca en las células cancerosas específicas, sin dañar las células normales. Puede ser útil en el tratamiento de personas que no pueden tolerar los efectos secundarios de la quimioterapia

Tratamientos complementarios o alternativos para el cáncer de garganta


Hay tratamientos que se hacen en paralelo a los convencionales y se centran en ayudar a aliviar los efectos secundarios por tratamiento como la quimioterapia. Esto mejora la calidad de vida de las personas y, ¡puede mejorar en el proceso! 🙂

Estas son algunas de las terapias alternativas que pueden hacer más llevaderos los tratamientos convencionales:

  • Acupuntura: logra ayudar al paciente a superar el dolor y la fatiga del tratamiento con la inserción de agujas en puntos energéticos estratégicos. 
  • Meditación: su objetivo es serenar la mente y las emociones del paciente para que este consiga un estado de paz natural y lo ayude a afrontar el tratamiento.
  • Terapia física: se basa en el ejercicio terapéutico moderado y la aplicación de técnicas de relajación para mejorar el sueño y recuperar la energía vital.
  • Terapia psicosocial: consiste en el reconocimiento y atención del aspecto emocional del paciente y su entorno.
  • Uso de Cannabis medicinal: el cannabis medicinal ha comprobado ser beneficioso para tratar las dolencias producidas por el tratamiento del cáncer. Disminuye las náuseas y vómitos, estimula el apetito y alivia el dolor que algunos tratamientos de quimioterapia y radioterapia producen. Está en investigación su incidencia en la   muerte de las células tumorales, reduciendo su potencial de propagación y metástasis.