¿Cómo se diagnostica el cáncer?
Todos los especialistas concuerdan en algo: el diagnóstico del cáncer es fundamental, en cuanto se descubra en etapas más tempranas mayor será la posibilidad de curarlo.
Existen ciertos tipos de cáncer, como los de piel, boca, testículos, próstata y recto, que pueden detectarse mediante un autoexamen de rutina, incluso antes de que los síntomas se vuelvan graves.
La mayoría de los casos de cáncer se detectan y diagnostican después de sentir un tumor o cuando se desarrollan otros síntomas.
En algunos casos, el cáncer se diagnostica accidentalmente como resultado de evaluar o tratar otras afecciones médicas.
El diagnóstico de cáncer comienza con:
- La consulta del historial médico del paciente
- Un examen físico completo
- Estudios de laboratorio: sangre, orina y heces
- Examen de antígeno carcinoembrionario (CEA): mide la cantidad de esta proteína llamada CEA en la sangre. Las personas con algunos tipos de cáncer tienen niveles más altos de esta sustancia
Cuando se sospecha que hay un tumor, se procede a sacar pruebas de imágenes como:
Radiografías.
Tomografía computarizada (TAC): genera una imagen de corte transversal del interior del cuerpo. Con detalles de los órganos, huesos o vasos sanguíneos.
Resonancia magnética (IRM).
Hibridación fluorescente in situ (FISH): mapea el material genético en las células, puede detectar anomalías genéticas asociadas con el cáncer, es útil para diagnosticar algunos tipos de la enfermedad.
Ecografía.
Endoscopia con fibra óptica: determina la ubicación y el tamaño del cáncer.
Para confirmar el diagnóstico de la mayoría de los cánceres, se debe realizar una biopsia en la que se extrae una muestra de tejido del tumor sospechoso y se estudia bajo un microscopio para detectar células cancerosas.
Entre las biopsias están:
- Ganglio linfático (se usa para detectar signos de la enfermedad o ver si se ha ido a otra área)
- Ósea (se usa para detectar cáncer u otras enfermedades óseas)
- De médula ósea (se extrae una muestra del interior del hueso)
- Con aguja (utiliza una aguja especial para extraer la muestra)
- Abierta (remueve un fragmento de hueso a través de una abertura en la piel)
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Si el diagnóstico del cáncer es positivo, es decir, hay cáncer, se realizan otras pruebas para proporcionar información específica. Esta fase de seguimiento esencial del diagnóstico se llama estadificación.
En esta fase lo más importante es identificar qué tanto se ha propagado el cáncer de un área del cuerpo a otra. Si el diagnóstico inicial es negativo pero los síntomas persisten, es posible que se necesiten más pruebas.
Asegúrate de buscar la opinión de un médico especialista en el tratamiento del cáncer (oncólogo) antes de comenzar cualquier tratamiento. Estas pruebas pueden mostrar si tienes cáncer u otro problema. Si aún persiste la duda seria bueno pedir una segunda opinión de otro especialista.
Es posible que te sientas ansioso por la idea de tener cáncer o por pasar por estos procedimientos. Es una reacción natural, pero es importante que te hagas las pruebas y así empezar el tratamiento cuanto antes.
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